La Asociación de Mujeres Saharauis en España, AMSE, expresa su más enérgica condena a la brutal represión llevada a cabo por las fuerzas de ocupación marroquíes contra la población civil saharaui en las ciudades de Aaiún y Dajla.
Marruecos no ha tardado en responder a la petición de respeto a los Derechos Humanos que le plantearon en Granada este fin de semana sus nuevos socios europeos. La policía marroquí y los servicios secretos reprimían violentamente, ayer, martes 9 de marzo, una manifestación organizada en el emblemático barrio de Maatala, en el corazón de El Aaiún, para recibir a los doce activistas que acababan de regresar de los campamentos de refugiados de Tindouf. Entre otros muchos agredidos, Sabbar Brahim, secretario general de ASVDH (Asociación de Víctimas de Violaciones Graves de Derechos Humanos cometidos por el Gobierno de Marruecos), era apaleado por la policía lo que le provocó una herida abierta en la cabeza y contusiones graves en los riñones. Este activista estuvo once años desaparecido, secuestrado en la terrible cárcel secreta de Magguna, y dos años en la cárcel Negra de El Aaiún. Ennaama Asfari, vicepresidente de CORELSO, recibía fuertes golpes en todo el cuerpo que le dejaban visibles marcas en su piel.
Los mayoría de los lesionados, entre los que se contaban también varias mujeres que había recibido golpes en la cara con lesiones en mandíbula y dentaduras destrozadas, no pudieron acudir al hospital para ser atendidos porque la policía lo había acordonado impidiendo el acceso al centro.
La noche anterior se habían producido hechos similares en la ciudad saharaui de Dajla. Una intervención brutal de los aparatos policiales contra una manifestación pacífica que ha llevado al Presidente de la República Saharaui, Mohamed Abdelaziz, a pedir al Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, su intervención urgente para "proteger" los saharauis en los territorios ocupados por Marruecos.
Ayer el barrio de Maatala, hermanado con el sudafricano Soweto por el compromiso de ambos en la lucha por las libertades y punto de partida de la Intifada de 2005, era una vez más escenario de una cruenta carga policial. “Esta es la respuesta rápida y contundente de Marruecos a la petición de Van Rompuy en la Cumbre de Granada”, comentaba Aminatou Haidar tras la llamada de sus compañeros desde El Aaiún relatándole lo que estaba sucediendo. Este fin de semana durante la Conferencia de Apoyo al Pueblo Saharaui, paralela a la Cumbre UE-Marruecos, la defensora de Derechos Humanos y presidenta de CODESA había declarado que la petición europea no era suficiente. “Son sólo palabras –había dicho-, se necesitan hechos concretos”. Y Marruecos, según Haidar, sí ha respondido con un hecho concreto violando nuevamente los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental ocupado. “Este es el primer fruto de la Cumbre de Granada, este es el fruto del Estatuto Avanzado”.
Marruecos no ha tardado en responder a la petición de respeto a los Derechos Humanos que le plantearon en Granada este fin de semana sus nuevos socios europeos. La policía marroquí y los servicios secretos reprimían violentamente, ayer, martes 9 de marzo, una manifestación organizada en el emblemático barrio de Maatala, en el corazón de El Aaiún, para recibir a los doce activistas que acababan de regresar de los campamentos de refugiados de Tindouf. Entre otros muchos agredidos, Sabbar Brahim, secretario general de ASVDH (Asociación de Víctimas de Violaciones Graves de Derechos Humanos cometidos por el Gobierno de Marruecos), era apaleado por la policía lo que le provocó una herida abierta en la cabeza y contusiones graves en los riñones. Este activista estuvo once años desaparecido, secuestrado en la terrible cárcel secreta de Magguna, y dos años en la cárcel Negra de El Aaiún. Ennaama Asfari, vicepresidente de CORELSO, recibía fuertes golpes en todo el cuerpo que le dejaban visibles marcas en su piel.
Los mayoría de los lesionados, entre los que se contaban también varias mujeres que había recibido golpes en la cara con lesiones en mandíbula y dentaduras destrozadas, no pudieron acudir al hospital para ser atendidos porque la policía lo había acordonado impidiendo el acceso al centro.
La noche anterior se habían producido hechos similares en la ciudad saharaui de Dajla. Una intervención brutal de los aparatos policiales contra una manifestación pacífica que ha llevado al Presidente de la República Saharaui, Mohamed Abdelaziz, a pedir al Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, su intervención urgente para "proteger" los saharauis en los territorios ocupados por Marruecos.
Ayer el barrio de Maatala, hermanado con el sudafricano Soweto por el compromiso de ambos en la lucha por las libertades y punto de partida de la Intifada de 2005, era una vez más escenario de una cruenta carga policial. “Esta es la respuesta rápida y contundente de Marruecos a la petición de Van Rompuy en la Cumbre de Granada”, comentaba Aminatou Haidar tras la llamada de sus compañeros desde El Aaiún relatándole lo que estaba sucediendo. Este fin de semana durante la Conferencia de Apoyo al Pueblo Saharaui, paralela a la Cumbre UE-Marruecos, la defensora de Derechos Humanos y presidenta de CODESA había declarado que la petición europea no era suficiente. “Son sólo palabras –había dicho-, se necesitan hechos concretos”. Y Marruecos, según Haidar, sí ha respondido con un hecho concreto violando nuevamente los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental ocupado. “Este es el primer fruto de la Cumbre de Granada, este es el fruto del Estatuto Avanzado”.
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